
Madrid (España), 20 Ago. 09 (AICA)
Continúa la polémica en España por los crucifijos en la aulas
La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) manifestó que ve amenazada la libertad religiosa y una de las señales de identidad de España si, como afirmó el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se retiran los símbolos religiosos de las escuelas. Según CONCAPA, esta medida "conculca la libertad de enseñanza y el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación conforme a sus principios y convicciones". "Además, supone un desprecio hacia órganos democráticos como el consejo escolar del centro o la asociación de padres a quienes se ignora y se desprovee de funciones", agregó. Asimismo, acusó al Gobierno de Zapatero de intentar "imponer al país una determinada ideología" y "ocultar los verdaderos problemas, que son la crisis económica, el desempleo, el fracaso escolar o el terrorismo".
Continúa la polémica en España por los crucifijos en la aulas
La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) manifestó que ve amenazada la libertad religiosa y una de las señales de identidad de España si, como afirmó el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se retiran los símbolos religiosos de las escuelas. Según CONCAPA, esta medida "conculca la libertad de enseñanza y el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación conforme a sus principios y convicciones". "Además, supone un desprecio hacia órganos democráticos como el consejo escolar del centro o la asociación de padres a quienes se ignora y se desprovee de funciones", agregó. Asimismo, acusó al Gobierno de Zapatero de intentar "imponer al país una determinada ideología" y "ocultar los verdaderos problemas, que son la crisis económica, el desempleo, el fracaso escolar o el terrorismo".
El caso Macías Picavea
El proceso iniciado por varios padres de la Asociación Cultural Escuela Laica (ACEL) de Valladolid para que se retiren los símbolos religiosos de los colegios públicos, no sólo propició la primera sentencia judicial en España sobre esta polémica cuestión, sino que llegó al mismo Gobierno, tal como se desprende del anuncio realizado por el ministro de Justicia. Según el diario ABC, en noviembre pasado, el Juzgado número 2 de lo Contencioso-Administrativo de Valladolid, rubricaba el fallo por el que sentenciaba al colegio público Macías Picavea a “quitar los símbolos religiosos de aulas y espacios comunes”, admitiendo que la presencia de crucifijos -de los que dice que “tienen connotaciones religiosas, aunque puedan tener otras”- vulnera los artículos 14 y 16 de la Constitución Española, donde se garantizan derechos fundamentales como “la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y comunidades”, además de conculcar los derechos del menor y resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en esta materia. El debate entre instituciones, políticos y los padres de alumnos del colegio descubría las distancias ideológicas y conceptuales entre partidarios y contrarios de la resolución judicial. Así, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, manifestó su convencimiento de que la presencia de crucifijos en los colegios públicos “no es un elemento de agresión y de vulneración de los derechos y libertades” de los alumnos. Cuando la polémica amainaba, la noticia saltó el 3 de abril pasado, último día de clases antes de las vacaciones de Semana Santa: Los crucifijos del colegio Macías Picavea de Valladolid ya no presidían las clases. Se había aprovechado el recreo de los niños para su retirada. Sólo fue una noticia en los periódicos, sin polémica ni debates de ningún tipo.
Varios colegios en Palencia conservan la simbología religiosa
Dejando a un lado el caso Macías Picavea, en la provincia de Palencia la medida anunciada por el ministro Caamaño afecta al menos a seis colegios que mantienen crucifijos o imágenes religiosas en los edificios. El colegio Padre Honorato del Val, de Monzón de Campos, mantiene una imagen de Cristo en el pasillo, aunque todos la consideran parte del mobiliario y nunca generó ningún tipo de polémica en la comunidad educativa. Un conflicto entre padres y profesores en 2007 ocurrió en el colegio San Agustín de Fuentes de Nava. El claustro de profesores acordó el retiro de los crucifijos de las aulas y posteriormente, con el apoyo del 80% de los padres que firmaron un escrito, se sometió a votación del consejo escolar, que por mayoría decidió la reposición de las cruces. El colegio Alonso Berruguete de Paredes mantiene en sus muros varias cruces y el colegio Virgen del Brezo, de Santibáñez, tiene una gran imagen de esta patrona de la comarca, que también da nombre al colegio, sin que en ningún caso haya ocurrido ninguna polémica. La opinión también fue siempre unánime en el colegio Carlos Casado, del Alisal de Villada. Los crucifijos están en las aulas, pero todo el alumnado cursa Religión, lo que es coherente. En el resto de los colegios, según publicó el periódico El Norte de Castilla, aprovecharon reformas y obras para retirar los símbolos religiosos, aunque muchos los siguen utilizando en las clases de religión. Otros casos, como el colegio de Herrera, quitaron los últimos crucifijos hace dos cursos, sin polémica, a pedido de un profesor, que fue respaldado por el consejo escolar.+
El proceso iniciado por varios padres de la Asociación Cultural Escuela Laica (ACEL) de Valladolid para que se retiren los símbolos religiosos de los colegios públicos, no sólo propició la primera sentencia judicial en España sobre esta polémica cuestión, sino que llegó al mismo Gobierno, tal como se desprende del anuncio realizado por el ministro de Justicia. Según el diario ABC, en noviembre pasado, el Juzgado número 2 de lo Contencioso-Administrativo de Valladolid, rubricaba el fallo por el que sentenciaba al colegio público Macías Picavea a “quitar los símbolos religiosos de aulas y espacios comunes”, admitiendo que la presencia de crucifijos -de los que dice que “tienen connotaciones religiosas, aunque puedan tener otras”- vulnera los artículos 14 y 16 de la Constitución Española, donde se garantizan derechos fundamentales como “la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y comunidades”, además de conculcar los derechos del menor y resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en esta materia. El debate entre instituciones, políticos y los padres de alumnos del colegio descubría las distancias ideológicas y conceptuales entre partidarios y contrarios de la resolución judicial. Así, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, manifestó su convencimiento de que la presencia de crucifijos en los colegios públicos “no es un elemento de agresión y de vulneración de los derechos y libertades” de los alumnos. Cuando la polémica amainaba, la noticia saltó el 3 de abril pasado, último día de clases antes de las vacaciones de Semana Santa: Los crucifijos del colegio Macías Picavea de Valladolid ya no presidían las clases. Se había aprovechado el recreo de los niños para su retirada. Sólo fue una noticia en los periódicos, sin polémica ni debates de ningún tipo.
Varios colegios en Palencia conservan la simbología religiosa
Dejando a un lado el caso Macías Picavea, en la provincia de Palencia la medida anunciada por el ministro Caamaño afecta al menos a seis colegios que mantienen crucifijos o imágenes religiosas en los edificios. El colegio Padre Honorato del Val, de Monzón de Campos, mantiene una imagen de Cristo en el pasillo, aunque todos la consideran parte del mobiliario y nunca generó ningún tipo de polémica en la comunidad educativa. Un conflicto entre padres y profesores en 2007 ocurrió en el colegio San Agustín de Fuentes de Nava. El claustro de profesores acordó el retiro de los crucifijos de las aulas y posteriormente, con el apoyo del 80% de los padres que firmaron un escrito, se sometió a votación del consejo escolar, que por mayoría decidió la reposición de las cruces. El colegio Alonso Berruguete de Paredes mantiene en sus muros varias cruces y el colegio Virgen del Brezo, de Santibáñez, tiene una gran imagen de esta patrona de la comarca, que también da nombre al colegio, sin que en ningún caso haya ocurrido ninguna polémica. La opinión también fue siempre unánime en el colegio Carlos Casado, del Alisal de Villada. Los crucifijos están en las aulas, pero todo el alumnado cursa Religión, lo que es coherente. En el resto de los colegios, según publicó el periódico El Norte de Castilla, aprovecharon reformas y obras para retirar los símbolos religiosos, aunque muchos los siguen utilizando en las clases de religión. Otros casos, como el colegio de Herrera, quitaron los últimos crucifijos hace dos cursos, sin polémica, a pedido de un profesor, que fue respaldado por el consejo escolar.+
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